Nuestra nutricionista, Laura Parada, nos ayuda a desmontar (o confirmar) algunos de los mitos más típicos sobre dietas y nutrición
A menudo, en nuestra vida diaria, y sobre todo cuando estamos desesperados en lo que respecta a nuestra alimentación, figura o esa delgada línea que las une, nos fiamos de advertencias y recomendaciones venidas de cualquier rincón. De hecho, muchas de ellas se han asumido ya como auténticas realidades.
Por eso hoy recurrimos a nuestra experta en nutrición, Laura Parada, para descubrir en cuáles de estas ideas preconcebidas podemos confiar.
¿Es bueno desterrar determinados grupos de alimentos, como el gluten o los lácteos, aunque no seamos intolerantes a ellos?
FALSO. Nuestro cuerpo necesita una gran cantidad de nutrientes para funcionar adecuadamente. Por ello, es importante mantener una dieta variada y equilibrada que nos facilite la tarea de adquirirlos.
“Si eliminamos por completo algún grupo de alimentos, es más fácil correr el riesgo de entrar en déficit nutricional”, afirma Laura. De este modo, si decidimos eliminar un grupo completo de alimentos sin razones médicas de por medio, será necesario sustituir adecuadamente aquellos nutrientes que puedan faltarnos. Por ejemplo, si no consumimos leche de vaca, habrá que ingerir leche vegetal fortificada en calcio, frutos secos, etc. Todo ello sin contar que llevar una alimentación con restricciones como éstas, gluten o lactosa, conlleva más dificultades si se busca una dieta completa.
¿Sólo se puede tomar huevos dos veces por semana?
FALSO. Son incontables las veces que hemos oído que comer mucho huevo es fatal para la salud, debido a su alto contenido en colesterol. Pero, en la actualidad, se ha demostrado que el contenido en colesterol de los alimentos no tiene una repercusión directa con el nivel de colesterol en sangre en nuestro organismo. Por lo tanto, no dudes en comer un huevo por día si te apetece.
¿Es preferible consumir mantequilla en lugar de margarina?
VERDADERO. A pesar de que parezca extraño, y que muchas veces hayamos escuchado que es mejor consumir margarina ya que la mantequilla tiene mucha grasa, lo correcto es justamente lo contrario. La mantequilla es una buena fuente de vitamina A, imprescindible para mantener la visión o el sistema endocrino, por ejemplo. Además, contiene todas las demás vitaminas solubles en grasa (D, E y K2) que a menudo faltan en nuestra alimentación.
En cambio, en la margarina existen numerosos componentes poco saludables como las grasas trans, emulsificadores y conservantes o sabores artificiales.
¿El azúcar es tan mala como la pintan?
VERDADERO. Consumir azúcar muy a menudo aumenta el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes, Alzheimer o enfermedades cardiacas. Además, según afirman ciertos estudios, es un factor decisivo en el aceleramiento del envejecimiento y concretamente en el de la piel, ya que puede cambiar la estructura del colágeno y aumentar la retención de líquidos.
¿Tomar un vaso de agua con limón por la mañana alcaliniza el organismo?
FALSO. Es cierto que beber agua de limón nada más levantarnos puede ser verdaderamente positivo para la salud, sobre todo porque ayuda a poner de nuevo en marcha nuestro sistema digestivo. Sin embargo, aunque se diga que con esta mezcla podemos modificar el Ph de la sangre con un efecto alcalinizante, sólo los riñones, el hígado y los pulmones son los encargados de regular la acidez sanguínea. Cambiar el pH de nuestro organismo mediante cualquier tipo de dieta no es posible.